METODOLOGÍAS DIRECTIVAS.(II)gfgsakgjakslgaklsfgjal´ksgjask´lfja´slkgja´sgjaks´lfja´gjak´lgja´lsgkja´gsfálsfl´ñsdfkñlsdafkñsdlafksadñlfksañdlfkñsadlçsañçdlksñalçfksñçalfkñçsaldsñçadfsñçdlfsñkdçalsadñkçfsad´ñflsad´flsda´ñfsa´çdflsa´dñflasd´çfl´ç
La empresa gestionada mediante la Dirección por Objetivos considera la consecución del Objetivo Estratégico un “problema” .
Este “problema” es dividido en otros menores, el Objetivo Estratégico se divide en Objetivos Operativos alcanzables, para ello se determinan las actividades que deben cumplirse, y que la Dirección por Objetivos denomina “La solución”.
Estas actividades de reflejan en una serie de tareas a desarrollar y la posterior asignación de responsabilidades. Es importante que cada tarea tenga un responsable que asegure su cumplimiento.
La siguiente fase es la recopilación de información para poder cumplir las tares. Esta información se introduce en el sistema de información de la empresa, y como última fase establece la planificación de las tareas a desarrollar.
LOS TRES ELEMENTOS CLAVES
Para la gestión de Dirección por Objetivos es necesario que su gestión se fundamente en tres pilares básicos:
- OBJETIVOS claros concisos y debidamente comunicados.
- PARTICIPACIÓN en el proceso de establecimiento de los objetivos de las personas de quienes se espera que se impliquen en los esfuerzos que se realizarán para lograr su consecución.
En una situación típica de lo que acontece en el proceso económico de una empresa se puede afirmar:
2. Su producción o prestación requieren la utilización de recursos comunes.
3. Los productos o servicios consumen esos recursos en proporciones diferentes.
Todo sistema de costes se diseña para poder captar esta complejidad, de forma que cada producto o servicio, al final del proceso de calculo de sus costes se le haya asignado una cuota de esos recursos comunes de la forma más aceptable posible, dentro de un costo razonable para lograr la información necesaria para la asignación.
Esos recursos comunes han sido llamados en temas anteriores “costes indirectos” y su característica fundamental es que no se pueden relacionar específica e individualmente con ningun producto o servicio.
En los sistemas de coste completo desarrollados hasta ahora, y que en adelante se denominarán tradicionales, el problema se soluciona utilizando bases de reparto en dos fases: en la primera las bases sirven para repartir recursos comunes entre varios centros de coste y subrepartir secciones auxiliares entre las principales; en la segunda fase, las bases de reparto, que pasan a denominarse "unidades de obra", se usan para trasladar los recursos agrupados en las secciones principales a los productos. La característica principal de las bases de reparto de la segunda fase, es su relación con el volumen de producción-venta
Toda esta forma de trabajar ha de ser puesta en cuestión, porque desde principios de los 80 las empresas se han enfrentado a profundos cambios en el entorno empresarial, que han derivado en cambios importantes en la composición de sus costes; entre los cambios habidos en el entorno empresarial destacan:
- el paso de procesos tecnológicos simples a otros más complejos.
- el sistema de producción en masa, como medio para repercutir los costes fijos entre un mayor número de unidades por lote, da paso a un sistema de producción en reducidos lotes, que permita dar respuesta satisfactoria al cliente en el plazo más breve posible.
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